Imagina un mundo donde la iglesia local fuera el motor para la transformación de cada comunidad. Imagina que los creyentes comunes fueran empoderados para descubrir y vivir acorde a la manera en que Dios los creó para hacer un impacto en el mundo. Imagina a iglesias de todos los tamaños y denominaciones uniéndose para apoyarse unos a otros, compartir sus experiencias, y atacando juntos los desafíos más grandes que enfrenta el mundo. A través del Plan PEACE, este sueño se está convirtiendo en realidad y hay una función que tu iglesia puede cumplir.

El mundo enfrenta desafíos a gran escala y no hay suficientes doctores, maestros, o misioneros que puedan resolver asuntos como las enfermedades pandémicas, pobreza, o analfabetismo. Pero hay un ejército de creyentes, empoderados por el Espíritu Santo, que están sentados en las iglesias esperando ser movilizados. No importa el tamaño de tu iglesia, tu puedes inspirar y equipar a tus miembros para que vivan esa vida para la cual han sido llamados y movilizarlos para hacer un impacto.

Jesús estableció la Iglesia y le dio su autoridad para que sea el agente que demuestre su amor en el mundo. En la Gran Comisión, el llamó a cada uno de sus seguidores – no solo a unos cuantos elegidos – para vivir su vida en misión: “Toda autoridad me ha sido dada en el cielo y en la tierra … Por tanto, vayan.” El Plan PEACE trabaja y crea transformación sustentable porque es iniciado POR la iglesia y se lleva a cabo A TRAVÉS de la iglesia. Cuando la iglesia local se convierte en el centro de cambio en una comunidad, el resultado es una transformación reproducible, escalable y sustentable.